jueves, 14 de enero de 2016

El mejor plum cake que he probado

Un postre inglés con pasas y manzana

Esta semana os traigo un riquísimo plum cake, todo un clásico inglés con el que acompañar el té de la tarde o el café del desayuno. Yo siempre lo hago con pasas hidratadas en ron, que le da un puntito muy especial al pastel, y manzana, que hace que quede más jugoso y ligero, ya que se trata de una receta con bastante mantequilla.

plum cake
A mi madre y a mi nos pirra.
Ya sé que venimos de los excesos de las Navidades, pero con el frío que hace (por fin se nota que estamos en invierno) a mi el cuerpo me pide este tipo de recetas, que combinen bien con bebidas calentitas y me dejen saciada.

Para que quede perfecto es muy importante seguir al pie de la letra los pasos en el horneado, ya que lo ideal es que quede una costra crujiente que dé paso a un interior jugoso y repleto de sabor. 

Ingredientes:

325 gramos de harina
250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
250 gramos de azúcar glass
4 huevos pequeños 
10 gramos de levadura fresca de panadería
10 gramos de levadura química
2 manzanas golden
1 cucharada de mantequilla
75 gramos de pasas
1 chorrito de ron

plum cake
La corteza está buenísima.
En primer lugar preparamos la fruta. Pelamos y troceamos en cubos pequeños la manzana, que pondremos en un cazo o sartén a fuego lento con la cucharada de mantequilla hasta que quede blandita, pero entera. Las pasas las colocamos en un bol y las cubrimos con ron. En otro recipiente amplio tamizamos la harina con la levadura en polvo. En este momento ponemos a calentar el horno a 180º C.

En un recipiente amplio mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar glas, os recomiendo empezar a mezclar a mano si no queréis que vuestra cocina se convierta en el polo norte. Cuando ya esté mezclada, podemos usar la batidora de varillas y entonces añadir uno a uno los huevos (que deben estar a temperatura ambiente) hasta que la mezcla quede homogénea.

En un vasito con un par de cucharadas o tres de agua tibia desleímos la levadura de panadería. A la mezcla del huevo con la mantequilla le añadimos un tercio de la harina y, cuando esté mezclado, incorporamos la levadura de panadería disuelta, integramos bien e incorporamos el segundo tercio de la harina. Cuando la mezcla sea homogénea añadimos la última parte de la harina.

En ese momento, escurrimos bien el ron de las pasas y el agua que hayan podido generar las manzanas y añadimos la fruta a la mezcla. Mezclamos bien y vertemos la masa en un molde de plum cake (rectangular y de paredes altas) enharinado.

Introducimos el plum cake en el horno a 180º C y le ponemos solo calor abajo. A los 15 minutos, bajamos la temperatura a 150º C y lo dejamos en torno a una hora más. Sabremos que está hecho cuando al introducir un palillo largo, este salga limpio. Como veis, mi plum cake está abierto, no os precupéis, es algo característico de este postre.

Una vez fuera del horno, lo dejamos enfriar bien. Si lo intentamos desmoldar estando caliente, es muy probable que se rompa. ¡Y listo! Ya tenéis un riquísimo plum cake con el que merendar o desayunar. ¡Está delicioso!

plum cake
Es difícil resistirse a probarlo antes de que enfríe.

martes, 22 de diciembre de 2015

Bocaditos de piña

Piña fresca y caramelizada en un solo bocado.

Llega la Navidad y la época de comer hasta por las orejas. Que si un poco de jamón, un poco de queso, el entrante que no falte, luego a comer, postre, café con sus galletitas y luego un poquito de turrón y un polvorón y... Sólo con pensarlo ya me he empachado.

Pero es Navidad, así que con esta receta, que participa en el reto color y sabor del blog Postres Originales, contribuyo al empacho y las tripas bien llenas.

bocaditos de piña
Apetecibles bocaditos de piña.
Entre los ingredientes que teníamos para elegir escogí la piña, una fruta que me encanta al natural, pero que me da una pereza horrible pelar y descorazonar, francamente, por lo que veréis que en esta receta empleo latas de piña al natural.

Yo preparé bocaditos o mini magdalenas porque quería que se pudieran comer de un solo bocado, pero podéis hacer un bizcocho o magdalenas normales, lo dejo a vuestra elección, aunque tened en cuenta que el formato afecta al tiempo de cocción, a mayor tamaño más tiempo en el horno. 

El bizcocho queda muy jugoso y el relleno de la piña caramelizada le da un toque muy agradable, probadlos y me contáis. Salen alrededos de dos bandejas de magadalenas pequeñas. Os dejo la receta.

Ingredientes:

90 gramos de mantequilla
1 taza y media de harina
Media taza de leche
3 huevos grandes
1cucharadita y media de levadura
Media taza de azúcar
Media cucharadita de sal
El zumo de una lata pequeña de piña al natural
pulpa de una rodaja y media de piña al natural

Para la piña caramelizada:

80 gramos de azúcar
Dos rodajas y media de piña al natural
bocaditos de piña
Ingredientes agrupados.
En primer lugar, precalentamos el horno a 180 grados y preparamos la bandeja para mini magdalenas con las cápsulas (si usáis un molde para bizcocho, untadlo de mantequilla y enharinadlo para que no se os pegue).

En una procesadora o batidora batimos las rodajas de piña con el zumo de la lata y reservamos. También dejaremos preparada la harina tamizada mezclada con la levadura y la sal.

En este momento también preparamos el relleno, para que no esté muy caliente al ponerlo en las cápsulas. Para ello, picamos en trozos muy pequeños la piña y la ponemos en una sartén de base gruesa con el azúcar y dejamos que caramelice moviendo de vez en cuando. Debe quedar un caramelo claro y ligero, si se deja más tiempo en el fuego luego no podremos poner cucharaditas en los bocaditos porque cristalizará. Cuando lo tengamos, apartamos del fuego y lo dejamos reposar.

En un caso calentamos la leche y la mantequilla a baja temperatura hasta que la mantequilla se haya disuelto. Mientras, montamos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen su volumen. Añadimos los ingredientes secos y mezclamos bien. En ese momento incorporaremos la leche caliente con la mantequilla que habremos dejado que hierva y cuando esté todo integrado añadimos los huevos uno a uno bajando la velocidad de la procesadora.
bocaditos de piña
Añadir la piña caramelizada.
Vertemos la mezcla en una manga pastelera para que sea más fácil rellenar las cápsulas y las llenamos a la mitad. Entonces, ponemos media cucharadita de la piña caramelizada en cada bocadito (si hacéis magdalenas, añadid más que con esa cantidad os llamarán tristes, y con razón) y cubrimos con un poco más de masa.

Introducimos la bandeja en la posición media del horno con calor arriba y abajo y sin ventilador y horneamos a 180 grados durante unos 17 minutos. A partir de los 15 minutos os recomiendo abrir el horno y pinchar un bocadito. En el momento en el que salgan limpios de masa estarán listos. Los dejamos enfriar sobre una rejilla y fuera de la bandeja para mini magdalenas y ¡listos para disfrutar!
bocaditos de piña
Así quedan al salir del horno los bocaditos de piña.
¿Os ha gustado? Si los hacéis, contadme qué os han parecido.

Espero que paséis una muy feliz Navidad y que Papá Noel la traiga muchas cosas. ¡Disfrutad de estas fiestas!

jueves, 10 de diciembre de 2015

Salsa agridulce de naranja

Un toque fresco de naranja para carnes blancas

Esta receta la tenía que subir antes de que comenzase diciembre, ya que forma parte del reto color y sabor que organiza el blog Postres Originales, pero entre una cosa y otra (un aplauso por los virus que llegan con el frío para quedarse) no he podido subirla hasta ahora. 

Entre los ingredientes que teníamos para escoger opté por la naranja, pero en esta ocasión no traigo una receta dulce, sino una salada. Se trata de una salsa agridulce de naranja que combina a la perfección con carnes blancas. A mi me encanta combinarla con pollo o pavo hecho en tempura, le da un toque riquísimo.

salsa agridulce de naranja
La salsa combina genial con carnes blancas.
En este caso no fui yo quien preparó la receta, sino mi madre. La idea era que la hiciera yo, pero... bueno, ¿quién le lleva la contraria? A las madres nunca nunca nunca hay que llevarles la contraria.

Ingredientes para la salsa:

Medio vaso de zumo de limón
Medio vaso de zumo de naranja
Medio vaso de agua
1 guindilla (o más si gusta muy picante)
Una pizca de caldo concentrado de pollo
Dos cucharaditas de harina fina de maíz

salsa agridulce de naranja
Salsa lista para acompañar el pavo.
La preparación es sencillísima. En un cazo ponemos a calentar el zumo de naranja y el de limón con la guindilla y la pizca de caldo concentrado para que reduzca un poco. Cuanto más tiempo esté al fuego la salsa, más picante quedará. 

Para espesar la salsa, en el medio vaso de agua restante, que debe estar a temperatura ambiente o fría, disolvemos las dos cucharadas de harina fina de maíz y, una vez disuelta, la añadimos al cazo y, con el fuego medio, removemos hasta que la salsa adquiera la textura que queremos (a mi no me gusta muy espesa) y la colocamos en la salsera.

Esta salsa se puede acompañar, por ejemplo, de pollo o pavo hecho en tempura. La tempura es muy fácil de preparar. El rebozado se prepara mezclando harina de trigo con agua muy fría, hasta que la mezcla tenga una consistencia como en la foto.

pavo y salsa agridulce de naranja
Pavo en tempura para acompañar la salsa.

Una vez pasados los trozos por la tempura, se fríen a una temperatura no muy alta para que se haga por dentro la carne, se ponen a escurrir en papel de cocina y ya están listos para comer. Es una forma genial de disfrutar de la salsa agridulce de naranja.

salsa agridulce de naranja
Pavo y salsa agridulce de naranja.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Galletas de chocolate tipo oreo


Crujientes y chocolateadas

Comer una sola de estas galletas es muy complicado, son tan ligeras que cuando te das cuenta llevas, como mínimo, cuatro. Y a pesar de ser tan livianas, tienen un intenso sabor a chocolate que sacia ese antojo de algo dulce en la merienda sin que uno se sienta culpable (si eres capaz de comer solo un par). Eso sí, seguramente la OMS (Organización Mundial de la Salud) diga que no son buenas para la salud, porque a este ritmo incluso el brócol se convertirá en algo peligroso.
galletas tipo oreo
Galletas crujientes, ligeras y chocolateadas.
Y, además de ser exquisitas, son fáciles y rápidas de preparar. Las que veis en las fotografías las preparé en 20 minutos un día que no teníamos en casa nada con qué merendar. 

Por la rapidez con la que se preparan, la textura crujiente y el intenso sabor a cacao se han convertido en mis favoritas y en las favoritas de quienes las han probado.

galletas tipo oreo
Rápidas y fáciles de preparar.
Como fueron preparadas a toda prisa, no hice fotos del proceso, ya que tenía poco más de media hora antes de que llegara mi madre a comer. Y, si eres organizado, en ese tiempo podrás recoger la cocina y tener todos los utensilios listos para volver a usarlos. 

Yo he utilizado un sello para hacer el dibujo en la galleta y, si queréis ver más sellos que os durarán toda la vida, en Claudia&Julia encontraréis muchos con motivos navideños, que ya no queda nada para preparar la carta a los Reyes Magos.

Si tú también tienes un blog, te aconsejo que visites esta entrada del blog de Claudia&Julia porque está de sorteo en colaboración con TopChef la revista y, además de tener la posibilidad de ver publicada tu receta y obtener una cocotte, te puedes llevar uno de los diez molinillos que sortean solo por participar. Yo me lanzo con estas galletas, que para eso son mis favoritas. ¡Deseadme suerte!

galletas tipo oreo
Imposible comer solo una.

Ingredientes para obtener alrededor de 30 galletas:

1 + 1/4 taza de harina de uso común
3/4 taza de cacao
1 cucharadita de levadura
1/4 cucharadita de bicarbonato
1 taza de azúcar blanca
1/2 taza de panela
10 cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo L
1 pizca de sal

¡Manos a la obra!

Calentar el horno a 190º. Mientras se calienta, mezclamos en un bol la harina, el cacao y la levadura y tamizamos estos ingredientes juntos. Añadimos el bicarbonato y la pizca de sal y volvemos a mezclar.

En otro bol, batimos el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente durante 2 minutos a velocidad alta. Añadimos el huevo y seguimos mezclando. Cuando esté integrado, bajamos la velocidad e incorporamos la mezcla seca.

Amasamos bien hasta que quede lisa, estiramos la masa sobre el mesado hasta que tenga entre medio centímetro y un centímetro de grosor aproximadamente y la cortamos con el cortapastas escogido. Colocamos las galletas en una fuente de horno cubierta con papel de hornear dejando espacio entre unas galletas y otras.

Si optáis por usar un sello como he hecho yo, una vez que tengáis llena de galletas la fuente, metedla en la nevera unos diez minutos. Pasado este tiempo, horneamos entre 10 y 14 minutos, dependiendo del grosor de las galleta.

Dejamos enfriar las galletas sobre una rejilla y ya las tendremos listas para comer.

galletas tipo oreo
Para repetir y repetir y repetir...
Las galletas oreo llevan una crema entre dos galletas. La más parecida a las industriales está hecha con demasiada mantequilla, así que os recomiendo una crema alternativa más sana basada en queso crema y azúcar glass al gusto. Mejor que la crema esté fría para que sea más compacta y, para evitar que la galleta se humedezca, untar en el momento de consumir.

Las galletas aguantan crujientes perfectamente una semana en un tarro hermético. Si llegan a una semana, avisadme, en mi casa nunca duran tanto...

jueves, 22 de octubre de 2015

Gofres de Liège con manzana y canela

¡Como los que encuentras en Bruselas!

En esta ocasión preparamos unos deliciosos gofres de Liège con manzana caramelizada y canela que tienen su propia historia...

gofre con manzana
Gofres de Liège con manzana, ¡una delicia!
Este año, en el mes de mayo, estuve en Bélgica visitando a una gran amiga que lleva ya varios años viviendo allí. Tuve la suerte de tener a mi enterita disposición a la mejor guía del mundo mundial y disfruté cada uno de los días que pasé allí y cada una de las delicias que probé. Desde los almuerzos más "rápidos" (los servicios en Bruselas son lentísimos, aunque lo que te sirvan sea unas lentejas que ya tienen preparadas) con quiches jugosas y baggels que quitaban el hipo, hasta las cenas más copiosas y el exquisito vol-au-vent que probé en Lovaina.

comida belga
Cena en Lovaina.
Pero si hay algo que me producía especial expectación eran los gofres. Soy una amante de los gofres, de esas que van como loca tras los puestos de gofres y algodón de azúcar en una feria, como si no hubiera un mañana. ¡Y tardé tres días en probarlos! Sí, los días anteriores hubo macarons, créme brûlée, bombones, caramelos de violetas... Pero, finalmente, en Amberes probé mis primeros gofres belgas. Y me lo pedí con manzana y canela, para sorpresa de mi amiga, que esperaba que lo pidiera con chocolate, que es lo más habitual (lo comí con chocolate en Brujas, sí, una vez que comí el primero no pude parar). Estaba delicioso, jugoso pero con cuerpo, nada empalagoso, calentito... ¡una delicia!

gofres belgas
Primer gofre en Bélgica.
Así que, cuando surgió la manzana para el reto color y sabor de temporada, no me lo pensé dos veces y decidí preparar mi propia versión de los deliciosos primeros gofres belgas que me comí. Para ello me basé en la receta de gofres de Liège del libro "What's cooking in Belgium" que me compré en Brujas. Y, la verdad, no me ha defraudado. 

What's cooking in Belgium
Portada del libro, repleto de exquisitas preparaciones.
Para coronar estos deliciosos gofres salteado unas manzanas, de forma que se parezcan al que yo me comí en Amberes.

gofre con manzana
Mi versión de los gofres de Liège con manzana.

Ingredientes para 4 o 5 gofres:

1 huevo pequeño (talla S)
100 gramos de harina
60 gramos de mantequilla
50 gramos de azúcar perlado
25 gramos de azúcar moreno (yo usé panela)
10 gramos de levadura fresca
40 ml de leche tibia
1 gota de esencia de vainilla
1 pizca de sal
1/4 cucharadita de canela

ingredientes para gofres
Ingredientes para los gofres.
El primer paso es disolver la levadura en la leche tibia. Es importante que esté tibia, porque si está muy caliente matará la levadura. La mejor forma de comprobarlo es metiendo el dedo y que la leche no queme. Dejaremos reposar la mezcla durante unos 15 minutos y veremos como esta se espesa y le salen burbujitas. En ese momento estará lista para usar.

preparación de los gofres
Leche tibia con levadura.
Mientras, en un bol mezclamos la harina, la sal, el azúcar moreno o panela y la canela. 

masa para gofres
Mezclamos los ingredientes secos.
Una vez hayan pasado los 15 minutos y la leche esté lista, la volcamos sobre la mezcla sólida añadiendo también el huevo batido. Mezclamos bien y dejamos reposar tapado con un paño limpio en un lugar cálido.

masa para gofres
Añadimos la leche y el huevo.
El tiempo de reposo dependerá de la temperatura de nuestra cocina. Es importante que no haya corrientes de aire para que la masa duplique su volumen. En mi caso tardó alrededor de una hora.

masa para gofres
Al mínimo roce, la masa baja, pero se ven las burbujas.
En este momento la masa es muy delicada y con un movimiento suave se bajará. Es normal, no os preocupéis. La masa a mi me quedó muy pegajosa porque me equivoqué y cogí un huevo mediano, el único problema de ello es que no os recomiendo usar las manos para trabajar la masa, es preferible emplear una espátula. 

masa para gofres
Añadimos la mantequilla.
Tras el reposo, incorporamos la mantequilla a temperatura ambiente a la masa. Este es el paso más largo de todo el proceso, pues es el ingrediente que más cuesta que quede integrado, pero con un poquito de paciencia, solucionado.

masa para gofres
Masa preparada.
En este momento ya tenemos lista la masa, lo único que queda es añadir el azúcar perlado que dará ese toque crujiente y dulce al gofre que lo hace tan especial. Si no tenéis azúcar perlado, os dejo en este enlace la receta que ya publiqué en la que os digo cómo preparalo. Es muy fácil y, francamente, marca la diferencia entre un gofre de Liège y un gofre de Bruselas (aunque son más populares en la ciudad los primeros) más parecido a un bizcocho y con una perfecta forma cuadrada.

masa para gofres
Incorporamos el azúcar perlado.
Yo añadí el azúcar perlado en trozos no muy grandes, ya que mi gofrera no me permite hacer gofres muy altos. Una vez lista la masa, se deja reposar unos 15 minutos (levedará un poco más). Podemos aprovechar ese tiempo para poner a calentar la gofrera que habremos engrasado con un aceite suave (yo usé uno de girasol). Una vez caliente, vertemos un par de cucharadas de masa en el centro de cada gofre. No hace falta extenderlo, simplemente cerramos la gofrera y los dejamos cocinar entre tres y cinco minutos, depende de la temperatura que alcance el aparato. Durante el primer minuto es preferible no abrir la gofrera para evitar que rompamos el gofre.

Si no tenéis gofrera, pero queréis probar la receta, no hay problema, en el libro dan una opción para estos casos. Una vez la masa esté lista, se vuelca en un molde enharinado, se deja reposar unos 30 minutos en un lugar cálido y se hornea sin ventilador durante unos 30 minutos a 200º. Estas indicaciones son para un molde de 25 centímetros y el triple de las cantidades de los ingredientes indicados más arriba. Esta prepración se llama Verviers Cake.

Ingredientes para la manzana caramelizada:

1 manzana (de una variedad que se mantenga entera, tipo Fuji)
1 cucharadita rasa de mantequilla
2 cucharaditas colmadas de panela
2 cucharaditas de azúcar blanquilla
un chorrito de zumo de limon
1 cucharadita de canela

manzana caramelizada
Sin duda, me quedé muy corta de manzana.
Pelamos y cortamos la manzana en cubitos y las rociamos con el chorrito de zumo de limón para que no se oxide. Mi manzana era pequeña, tenía que haber puesto dos, porque queda tan deliciosa que apatece comerla incluso sin gofre, ¡a cucharadas! 

Mientras, ponemos a calentar en una sartén la cucharada de mantequilla con la mezcla de azúcar y un par de cucharaditas de agua. Cuando la mezcla entre en ebullición añadimos la manzana y cocinamos moviendo la manzana con delicadeza hasta que esté dorada (no debe quedar como una compota, los trozos deben quedar enteritos aunque cocidos). 

Servimos los gofres acompañados de la manzana caramelizada, espolvoreamos con canela y... ¡ a disfrutar!

gofres con manzana
Mi versión de los gofres de Liège con mazana.

jueves, 15 de octubre de 2015

Mi particular versión del hummus

Una cena rápida y sabrosa a base de garbanzos


Hoy os traigo una receta salada, que no solo de dulces vive el hombre. En mi casa es una cena recurrente porque es muy rápida su preparación y nos encanta. Eso sí, esta es mi adaptación, el hummus auténtico lleva tahín, una pasta de sésamo tostado, pero como la primera vez que lo hice no le puse y a mi madre le gustó, así he dejado mi versión del hummus.

hummus
Mi particular versión del hummus.
Otra de las peculiaridades de esta receta es que se hace "a puñados" y "a poquitos", es decir, no hay cantidades exactas, ya que depende mucho del gusto del comensal. Así que lo mejor es ir probando la preparación y añadir las cantidades poco a poco.

Ingredientes:

garbanzos cocidos
agua
aceite de oliva
sal
zumo de limón
pimentón
pimienta blanca

En casa siempre tengo garbanzos cocidos en el congelador. Cocer garbanzos es algo que me da mucha pereza, así que, cuando me decido y los pongo en remojo, cuezo una buena cantidad para tener siempre a mano. Simplemente dejo que se descongelen y ya los tengo listos para usar.

En un vaso de batidora de boca ancha ponemos los garbanzos (yo pongo algo más de la mitad del vaso y da para una cena de dos personas zamponas) y los batimos con un poquito de agua (poco, es preferible ir añadiendo cucharada a cucharada, porque como nos pasemos, no tiene arreglo y se resbalará por el pan). La textura que debe quedar es gruesa, de pasta con mucho cuerpo.
hummus
La textura sin el aceite es más gruesa y tosca.
Sin dejar de batir añadimos el aceite de oliva, con él conseguiremos una textura más cremosa y suave. La cantidad de aceite también va a gusto, aunque por norma es muy superior a la de agua. En este momento añadimos también la sal, la pimienta blanca molida (solo un poquito) y el pimentón y batimos bien comprobando el punto de sal.
hummus
Añadido el limón ya está listo para comer.
Finalmente, añadimos el zumo de limón, que le dará un toquecito fresco y realzará el sabor de los garbanzos.

hummus
En casa lo acompañamos de pan casero o naan.
Con todo listo, solo hay que ponerlo en un plato hondo o fuente, crear unos surcos con una cuchara, echar un chorrito de aceite y espolvorear con pimentón. Ya tenemos nuestra particular versión del hummus lista para comer. Lo podremos acompañar de pan hindú naan, de bastones de zanahoria, pimiento o pepino, o con tostadas de un buen pan tipo chapata.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Azúcar perlado casero

Una preparación que os servirá para el roscón de reyes, bollos suizos y gofres.


En esta ocasión traigo una preparación que os completará otras recetas. Se trata del azúcar perlado que, aunque en muchos sitios es bastante fácil de conseguir, donde vivo no lo he encontrado aún y mucho menos a un precio que no me parezca descabellado, pues al fin y al cabo, es azúcar blanco.

azúcar perlado
Azúcar perlado listo para usar.
Con esta receta os saldrá una plancha bastante grande de azúcar perlado que os durará mucho tiempo, pues aunque lleva clara de huevo, durante la preparación esta se cuece. Además, el azúcar es un conservante natural. Lo podéis usar en el roscón de reyes, en bollos suizos o bollos de leche, en gofres y en cualquier preparación en la que queráis que haya trozos crujientes de azúcar que no se desmoronen.

azúcar perlado
El tamaño de las perlas lo decidimos nosotros.

La receta que os traigo es una modificación de la que encontré en el blog postre adicción. La he hecho siguiendo sus pasos, aunque no al pie de la letra y modificando las cantidades, además os he hecho fotos del procedimiento y, como mi termómetro se ha estropeado, lo he hecho comprobando el punto del azúcar, así quienes no tengan termómetro de azúcar podrán realizar esta receta con relativa facilidad.

Esta receta tiene dos preparaciones, por un lado una glasa y por otro, un almíbar.

Ingredientes para la glasa

1 clara de huevo (yo he usado un huevo pequeño)
75 gramos de azúcar

Para realizar la glasa, ponemos la clara en un vaso ancho de batidora y con las varillas de la batidora empezamos a montarla. Cuando empiece a salir espuma (la imagen superior de la izquierda de la foto de debajo de este párrafo) añadimos unos 15 gramos de azúcar y seguimos batiendo. Cuando la mezcla esté esponjosa (imagen contigua a la anterior) añadimos otros 15 gramos de azúcar y seguimos batiendo y añadiendo azúcar poco a poco hasta completar los 75 gramos. La glasa debe quedar blanca, brillante y con cuerpo, como en la imagen inferior de la foto. Una vez lista, reservamos y seguimos con el almíbar.

azúcar perlado
Formación de la glasa
Cuando tengamos lista la glasa, es el momento de preparar un papel de horno con un poco de azúcar glas espolvoreado por encima.

Ingredientes del almíbar

500 gramos de azúcar
230 gramos de agua

En una olla bastante alta mezclamos el azúcar y el agua y lo ponemos al fuego removiendo continuamente. Inicialmente lo ponemos a fuego medio bajo durante unos 10 minutos, que es el tiempo que tardará el azúcar en disolverse. En ese momento subimos el fuego a medio alto (yo lo puse en el ocho y mi vitrocerámica tiene 9 temperaturas) y no dejamos de remover durante, al menos unos 20 o 25 minutos. Quien tenga termómetro, tendrá listo el almíbar cuando este alcance los 126º, quienes no tenemos termómetro tendremos que ir probando el azúcar hasta alcanzar el punto bola fuerte.
azúcar perlado
Cocción del almíbar y mezcla con la glasa.
Dada la temperatura que alcanza el azúcar, que estaba sola y que una vez que se pasa el punto bola fuerte se hace caramelo, no tengo fotos de todo el proceso. Pero tranquilos, que yo os explico cómo saber cuando el azúcar ha alcanzado el punto que necesitamos. Cuando pasen unos 20 minutos desde que habéis subido el fuego tendremos que empezar a hacer pruebas. Para ello, antes de poner a cocer el almíbar es conveniente poner un bol (yo prefiero usar uno de cerámica que aguanta mejor la temperatura) con agua muy fría, algún cubito hielo y una cucharilla metálica dentro, cerca de donde estamos cociendo el almíbar. Cuando ha pasado este tiempo y vemos que se ha ido espesando e incluso ha adquirido un muy muy ligero tono es el momento de hacer las pruebas. 

En la cucharilla, que estará muy fría, vertemos con la cuchara que usamos para mover el almíbar una pequeña cantidad del almíbar sobre ella y la sumergimos en el agua fría. La giramos para retirar el exceso de agua y, tras mojarnos los dedos en ese agua fría, cogemos el caramelo con las puntas de los dedos. Si conseguimos hacer una bola transparente, que se deja modelar y mantiene la forma, es decir, que no se escurre, es que habremos conseguido el punto perfecto del almíbar. En la foto de abajo tenéis el ejemplo de cómo debe quedar el azúcar en el punto de bola fuerte.

azúcar perlado
Punto bola fuerte y azúcar listo para desmenuzar.
En ese momento lo retiramos del fuego y añadimos la glasa sin dejar de remover, pero siempre en la misma dirección. Se pegará a las paredes incluso fuera del fuego y aumentará su volumen, no dejéis de remover y rebañar los bordes sin miedo para que todo esté bien mezclado. Yo lo mezclé todo, apartado del fuego, durante unos cinco minutos. En ese momento, lo vertí con mucho cuidado (la mezcla está muy caliente) sobre el papel de horno y lo extendí con la misma cuchara y, sí, rasqué las paredes de la olla porque se queda mucha mezcla pegada y yo no pienso tirar nada jajaja. 

azúcar perlado
Y ya la tendremos lista para usar.
La parte rascada de las paredes es la que podéis ver en la foto que ya está "desmoronada". Cuando se enfríe bastante, se puede partir en trozos para que sea más fácil de guardar. Yo lo dejé un día en el horno entre dos bandejas para que perdiera toda la humedad y lo guardé en trozos grandes, para así decidir en cada receta el tamaño del que quiero las perlas de azúcar. Lo podéis guardar en un tupper o en un envase de cristal, pero siempre a temperatura ambiente, nunca en la nevera.

¡Listo! Ya tenéis azúcar perlado para preparar gofres o bollos suizos, que es la última perdición de mi madre. Desde que le localicé una receta que queda deliciosa nunca faltan en su congelador, porque se congelan genial y cuando los descongelas ¡no se nota! No hay excusa para tomar dulces caseros.